"Con 13.658 casos en agosto, se mantiene la cantidad de despidos y suspensiones en cantidades similares a las de los últimos meses", explicó Letcher.
En junio se detectaron 11.721 despidos y suspensiones y al mes siguiente, 15.137.
El ministerio de Educación expulsó a 200 personas y el Ministerio de Energía a otros 250 empleados que trabajaban en el departamento de recepción telefónica.
"Además, se suman 800 ingresos suspendidos en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) [principal organismo nacional encargado de la promoción de la ciencia y la tecnología], a pesar de haber ganado los concursos", indicó Letcher.
Una disminución más pronunciada se observó en el segmento manufacturero, con 2.705 personas que han dejado de trabajar, frente a las 7.067 que hubo en julio.
Cifras similares arroja el sector servicios, con una reducción del 60% e las cesantías y suspensiones en relación a julio.
Estos guarismos "lejos están de mostrar un cambio de etapa hacia el 'segundo semestre', sino antes bien reflejan la agudización de las tendencias evidenciadas en los primeros 7 meses de Gobierno", sintetizó Letcher.
"Por otro lado, las dificultades para el relevamiento de información sobre destrucción de empleo en la actividad primaria —sin información que trascienda públicamente sobre empresas y trabajadores despedidos—, residen en la informalidad y la eventualidad laboral", añadió el director de CEPA.
En Argentina han perdido su empleo o han sido suspendidas 208.080 personas desde diciembre de 2015, cuando asumió el Gobierno el Gobierno de Mauricio Macri, hasta el 31 de agosto de este año.
"Esta cifra indica un incremento del 7,03% en el mes de agosto respecto del relevamiento presentado al 31 de julio que había arrojado un total de 194.422 despidos y suspensiones acumulados desde diciembre de 2015", detalla el informe de CEPA.
La destrucción o suspensión de puestos de trabajo fue mayor en el sector privado, con 137.483 casos, frente a los 70.597 que se observaron en la administración pública.