"Subrayé al presidente (de EEUU, Donald Trump) nuestro vehemente desacuerdo con la decisión del Departamento de Comercio de imponer aranceles compensatorios y antidumping contra Bombardier", dijo Trudeau.
El primer ministro canadiense había afirmado en septiembre que su país no haría negocios con “una compañía que está dedicada a litigar contra nosotros y a llevar a nuestros trabajadores del sector aeroespacial a la ruina”.
También el mes pasado, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, indicó que su Gobierno estaba examinando los actuales suministros militares relativos a Boeing, pero que defendería los intereses de Bombardier y de su industria aeroespacial.
El Departamento de Comercio de EEUU informó que impondrá un arancel preliminar de 220% a Bombardier, tras investigar una denuncia de su competidora Boeing según la cual la empresa canadiense había recibido subsidios estatales injustos a las exportaciones de sus aviones jet de pasajeros C-Series encargados por Delta Airlines.
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La imposición de estos nuevos aranceles disparó temores de pérdida de puestos de trabajo entre los más de 4.000 empleados de Bombardier en su fábrica Belfast, que produce alas para los jets.