El medio Los Angeles Times entrevistó al autor del libro y se enteró de detalles que escandalizarían a muchos.
En su libro Ross afirma que desde la época de la Gran Depresión hasta los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, los agentes de Hitler estuvieron presentes y trabajaban activamente en el territorio de la ciudad de Los Ángeles.
El escritor afirma que el líder de la comunidad germano-estadounidense iba al puerto para recibir dinero, propaganda y órdenes secretas de Alemania.
Ross asegura que los nazis tenían previstos ataques contra los arsenales de la Guardia Nacional de EEUU, así como asesinatos en masa de las personas de ascendencia judía, en particular los magnates y cineastas de Hollywood.
"Al matar a los judíos de Hollywood, ellos quería difundir esta noticia por el resto del mundo e incitar los pogromos —masacre en masa de judíos- a lo largo de todo Estados Unidos", declaró el entrevistado.
El autor señala que el primero en descubrir los planes de los nazis fue el veterano de la Primera Guerra Mundial, Leon Lewis, que creó un grupo de espías que penetraron las células de los simpatizantes de Hitler en Los Ángeles. A través de sus agentes, Lewis se enteró de que los nazis compraban el armamento en la ciudad estadounidense de San Diego.
Ross manifestó que Lewis incluso había organizado una reunión con 40 personas influyentes de Hollywood para relatarles sus preocupaciones.
En conclusión, el autor del libro asegura que gracias a las actividades de Leon Lewis la sociedad en EEUU empezó a hacer caso de la amenaza proveniente de los nazis, lo que impidió la realización de sus planes en California, y en Estados Unidos, en general.
Lewis, no obstante, quedó como un héroe olvidado, concluye.
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