La razón, según el periodista estadounidense, es que "no está claro cuáles son nuestros intereses nacionales con respecto a Rusia", razón por la cual las formaciones políticas intentan tomar diversas posiciones, algo que se refleja en la opinión de los votantes también.
Pero, al mismo tiempo, "Putin se ha convertido en un revisionista-oportunista por sus propios medios, percibiendo la debilidad norteamericana".
La adhesión de Crimea, realizada tras el referéndum, calificada por Occidente de anexión, y el conflicto en Ucrania, han hecho más difícil que Rusia no sea tomada en EEUU como un enemigo, opina el columnista.
Sin embargo, "el interés principal [para EEUU] en Siria y en otras regiones no es, como era hace décadas, contener la expansión rusa. Es contener el terrorismo yihadista, acabar con la crisis de refugiados e instalar un orden mínimo; y en todas esas tareas necesitamos una manera de trabajar con Moscú, si esperamos superarlas y llevarlas a su fin".
Exclusiva: Cómo Google interfiere en la campaña electoral estadounidense
Es así como una pregunta permanece en el aire, asegura Douthat: "¿Es el régimen de Putin con sus ambiciones de venganza el mayor peligro posible que enfrentamos? ¿Más grande que Al Qaeda o Daesh —organizaciones terroristas proscritas en Rusia y otros países—? ¿Más grande que la República Popular China?
Si a largo plazo Pekín es un rival más importante que Moscú, EEUU debería buscar la manera de suavizar y cooperar cautelosamente con el régimen ruso.