"La visión de los hispanos hacia la mayoría de los precandidatos del Partido Republicano varía desde ligeramente positiva a ligeramente negativa. La única excepción es Trump, cuya calificación entre los hispanos es profundamente negativa", señalan los autores del sondeo.
Esto se debe al hecho de que los votantes hispanos todavía están por conocer a la mayoría de los contendientes republicanos a la presidencia. En este punto de la campaña, menos de la mitad se han formado una opinión sobre los precandidatos republicanos, excepto de Donald Trump y Jeb Bush.
Este resultado separa significativamente a Trump de otros candidatos republicanos impopulares entre los hispanos. Rick Perry y Ted Cruz reciben un saldo neto de 7, mientras que Jim Gilmore obtiene 6.
Bush marca el mayor contraste con Trump, indica la encuesta. Con un promedio de 34 por ciento de opiniones favorables y de 23 por ciento de desfavorables, su saldo neto es de +11, el más alto de cualquier precandidato del Partido Republicano.
El multimillonario Trump ha sido objeto de títulos de portada en los medios de EEUU debido a sus polémicas declaraciones sobre los inmigrantes indocumentados. En el lanzamiento de su campaña, calificó a los inmigrantes mexicanos de "narcotraficantes", "violadores" y "criminales".
Luego Trump pasó a pedir la expulsión de todos los sin papeles de EEUU, así como la construcción de un muro en la frontera con México para detener el flujo migratorio. Al presentar su plan de inmigración el pasado fin de semana, el magnate llamó a poner fin a la ciudadanía por nacimiento, que tiene rango constitucional en EEUU.
Bush, quien trata de establecerse como un republicano moderado en materia migratoria, ha cuestionado reiteradamente las credenciales conservadoras del magnate, destacando las fuertes diferencias entre su plan y el del actual favorito, según las encuestas, del Partido Republicano.
"Los principales conservadores están de acuerdo. El plan de inmigración de Donald Trump es una receta para el desastre", escribió Bush este lunes en su cuenta de Twitter tras haber viajado a la frontera con México.
A pesar de su postura moderada en cuanto a los inmigrantes, la semana pasada Bush usó el término despectivo "bebés ancla" para referirse a los hijos de inmigrantes indocumentados que nacieron en territorio estadounidense y tienen por tanto derecho a la ciudadanía.