"Estamos declarando desastre nacional por sequía e incendios; es una necesidad, tenemos fuertes amenazas y no quisiéramos que suceda lo del año pasado, por tanto, creo que todavía estamos a tiempo", dijo la presidenta transitoria Jeanine Áñez al anunciar la medida, según reportó la agencia estatal de noticias ABI.
La alusión presidencial a lo ocurrido el año pasado se refería a otra ola de incendios forestales que destruyó casi cuatro millones de hectáreas, principalmente en el departamento de Santa Cruz (este).
Amazonía y Chaco
A diferencia de los incendios de 2019 que afectaron principalmente a bosques amazónicos de Santa Cruz y Beni (noreste), con mínimo impacto en el bosque chaqueño, el fuego este año llega también a los departamentos sureños de Chuquisaca y Tarija, cabeceras del Chaco que se extiende hasta Paraguay y Argentina.
El decreto fue aprobado al cabo de una reunión de emergencia de autoridades nacionales y regionales, en la que según informes oficiales se constató que los esfuerzos actuales estaban resultando insuficientes tras más de un mes de lucha contra los incendios por parte de bomberos, militares y voluntarios.
"Ya no podemos seguir solos (…) el gran valor de este decreto es fundamentalmente pedir ayuda internacional, tener las puertas abiertas para que manos amigas del exterior se fijen en nuestra patria y nos den la mayor colaboración posible", dijo en el mismo acto el ministro de Defensa, Luis Fernando López.
López agregó que un equipo ministerial, en el que estará incluida la Cancillería, coordinará los esfuerzos locales y las gestiones de ayuda internacional.
Bolivia recibió también ayuda de helicópteros de Perú y bomberos y especialistas de Argentina, Brasil, Francia, Reino Unido, entre otros países.
La actual ola de incendios forestales fue denunciada desde mediados de año por organizaciones no gubernamentales y expertos, sin recibir mucha atención de los medios ni del Gobierno, más atentos aparentemente a la pandemia de COVID-19 y a los conflictos que rodeaban la campaña hacia las elecciones del 18 de octubre.
En ese entonces, Áñez era también candidata, aunque con escasas posibilidades de éxito según las encuestas, hasta que se bajó de la carrera electoral el 17 de septiembre.