"En conjunto con la agencia estadounidense y los países de Centroamérica, se planteó continuar trabajando para potenciar los esfuerzos del sector privado para el desarrollo de la región", dijo el jefe de la diplomacia mexicana al anunciar la firma de nuevas cartas de intención.
Esa oficina de la Casa Blanca es sucesora del Organismo de Corporación de Inversión Privada en el Extranjero (OPIC, en inglés) que firmó en las primeras semanas del Gobierno del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en diciembre de 2018, varios compromisos para invertir casi 5.000 millones de dólares en proyectos de desarrollo en los próximos años.
Hasta la fecha, de los fondos proyectados por el mecanismo de la OPIC, EEUU ha desembolsado 187 millones de dólares para micro financiamiento a micro, pequeñas y medianas empresas, informó la Cancillería.
La administración del presidente de EEUU, Donald Trump, también firmó dos cartas de intención para financiar dos proyectos de infraestructura que representan 720 millones de dólares de inversión en el sur del país latinoamericano.
"Esta visita representa un paso hacia adelante con respecto a la declaración firmada por México y EEUU en diciembre del año 2018 y que fue reafirmada en junio", dijo el canciller mexicano.
Además de estas inversiones existen siete proyectos más en proceso de diligencia avanzada.
Cuatro proyectos se localizan en los sureños estados de Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Quintana Roo y están orientados a mejoras de infraestructura.
Los tres restantes se encuentran en el sector agrícola y de servicios logísticos en estados del sur y sureste, Veracruz, Chiapas, Morelos y Yucatán.
El 18 de diciembre de 2018, México y EEUU acordaron en una declaración conjunta emprender una serie de apoyos económicos para frenar las causas de la migración.
A través de la Corporación de Inversión Privada en el Exterior (Opic), la agencia de financiación para el desarrollo del Gobierno estadounidense, en ese entonces se anunció la inversión de 4.800 millones de dólares en el país, 2.000 de ellos destinados a proyectos en el sur de México.
Desde que México firmó un acuerdo migratorio con EEUU en junio pasado, fueron desplegados unos 25.000 guardias nacionales en las fronteras, que endurecieron los controles, y las detenciones de indocumentados por autoridades estadounidenses descendieron un 70%.
