"En lo que conocemos de este acuerdo, porque tampoco conocemos mucho, hay una entrega total de las posibilidades de que los países del Mercosur tengan una agenda propia de desarrollo", opinó el dirigente sindical.
Para el coordinador de la CSA el acuerdo tiene una "lógica neoliberal", ya que persigue una apertura comercial sin obstáculos, que haga más fácil la instalación y el trabajo de las empresas transnacionales.
"Siempre (estuvo) la aspiración de la apertura comercial sin mayores condicionamientos, la posibilidad de facilitar aún más la presencia y la actuación de las transnacionales, las corporaciones europeas, y este acuerdo lo que hace es facilitar aún más esas posibilidades", observó González.
Una de las carencias de este acuerdo es que no existe contrapeso desde el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) para impedir la "lógica aperturista, que favorece a las empresas", agregó.
En este contexto, González destacó el rol de los sindicatos para defender los logros de los últimos años en los países de la región.
"Vamos a insistir en el sentido de que los derechos que tenemos como trabajadores y trabajadoras, así como los derechos que tiene la ciudadanía en general, son conquistas que no vamos a entregar fácilmente", añadió.
González participó el martes en Montevideo de la segunda instancia del ciclo de debates "Mercosur y el futuro de la integración regional", centrado en la agenda externa regional e inversiones y organizada por el Parlamento del Mercosur (Parlasur), cuya sede está en la capital uruguaya.
Del debate participaron, entre otros, el canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, el presidente del Parlasur, Daniel Caggiani, y el embajador de Brasil, Bruno Bath.