"La importancia de la Amazonía es indiscutible por todos sus servicios ambientales como mayor pulmón de oxígeno, pero la catástrofe ambiental de los incendios no es un fenómeno aislado, tiene consecuencias en toda la región y a nivel planetario que exigen respuestas", dijo Cynthia Menéndez experta en desarrollo bajo en emisiones contaminante y combate al cambio climático del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
Los incendios se han incrementado por varias razones, vinculadas a la actividad humana, "que causa el aumento de temperatura global, fenómenos meteorológicos, falta de lluvias y sequías", dijo la experta sobre el impacto del cambio climático en México, con siete años de experiencia en proyectos sustentables en países latinoamericanos.
Las causas vinculadas con la actividad humana ponen a México ante "el problema de la falta de políticas y presupuesto asignado a la agenda ambiental", afirmó la coordinadora del proyecto Ciudades Sustentables de WWF en este país.
Esa emergencia "enciende las alertas sobre problemas que no se deben minimizar, que necesitan acciones pendientes en el cuidado de medio ambiente nacionales", agregó.
La especialista, posgraduada en Biotecnología por la Universidad de Queensland de Australia, recuerda que México ha vivido este año emergencias por los incendios en el Valle de México, donde se asienta la capital, ocurridos durante marzo y abril, en la pasada primavera boreal.
"Esos incendios alrededor de la capital se sumaron a los registrados en las montañas del estado de Oaxaca (sur), y en la península de Yucatán (este), que tampoco son fenómenos aislados, sino están directamente vinculados a la masiva deforestación, la indiscriminada tala ilegal de bosques y la sobreexplotación de recursos naturales", prosiguió la especialista.
Asimismo, las políticas sociales para fortalecer el sector campesino que las autoridades mexicanas impulsan actualmente con subsidios "no deben ponerse en práctica sin tomar en cuenta el aspecto del cuidado ambiental de las actividades agrícolas", advirtió.
Un ejemplo de ausencia de una política agrícola sustentable que conserve la biodiversidad, se presenta en el central estado de Michoacán "donde la producción intensiva del aguacate (de exportación), ha afectado a muchas reservas naturales" de esa región montañosa, ilustró.
En cuanto al sector energético, el Gobierno mexicano debe "aplicar una visión más amplia, sin convertir la energía petrolera en dependencia nacional, y apuntar hacia otras riquezas con menor impacto ecológico, para lograr una transición energética justa hacia las energías renovables y limpias", puntualizó.
Los incendios en México
Por su parte, Gustavo Ampugnani, director ejecutivo de Greenpeace en México, dijo a Sputnik que este país ha sufrido situaciones de incendios fuera de control en la capital y el sureste hace pocos meses.
El gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador, que pronto cumplirá nueve meses, "debe dar un giro rápido y drástico con tecnologías propias, basadas en fuentes renovables para la generación de energías limpias", añadió.
Los incendios en América del Sur presentan para este país "una gran oportunidad de apostar más fuerte a la producción de alimentos más sostenibles sin pesticidas sin transgénicos ni agroquímicos en zonas rurales", dijo Ampugnani.
La meta no debe ser solo producir para el mercado, sino combatir el problema de la pobreza con otras fuentes alimentarias, una solución que "pasa por incrementar la agricultura ecológica".
Ese programa social otorga a los pequeños productores créditos sin trámites bancarios.
"No nos convence su ejecución sin una fiscalización estricta de la autoridad, porque debe prevenirse la destrucción de la vegetación realizada para la ganadería" a pequeña y mediana escala.
El ambientalista apunta que, en el sureste del país, la región menos desarrollada donde se concentran los programas sociales, "la ganadería está acabando con la diversidad en estados con una gran riqueza natural, como Tabasco y Veracruz".
Además de los incendios, causados por pérdida masiva de la foresta, cultivos intensivos, sequías y altas temperaturas inéditas, "los procesos deforestación para proyectos de turismo, infraestructura, vivienda, cultivo o ganado más las emisiones de efecto invernadero, generan un ciclo viciosos con consecuencias brutales", alertó el experto en las consecuencias de los gases de efecto invernadero.
Considera que la demanda excesiva de productos cárnicos, obliga a tomar decisiones drásticas sin debilitar la política ambiental, como ha ocurrido en Brasil.
"Si realmente queremos evitar el calentamiento global de 1,5 grados, al final de este siglo, hay que disminuir un 50% el consumo de lácteos y carnes en países ricos donde está el mayor consumo", alerta.
Eso implica frenar la demanda exagerada de ese mercado, "causada por la voracidad de empresas que comercializan granos, productos agrícolas y cárnicos".
Zonas selváticas y naturales de Brasil, como la Amazonía y el Pantanal, viven la peor oleada de incendios de los últimos cinco años, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de ese país (INPE).
Entre el 1 de enero y el jueves, los focos ígneos aumentaron 85% respecto al mismo período de 2018, llegando a 76.720, indicó el INPE.