"Nosotros no huimos de ninguna tradición; hemos pasado a votar allá en la ONU, en las cuestiones de Derechos Humanos, de acuerdo con Juan 8:32, y, de acuerdo con la verdad, así que, por coincidencia, hemos pasado a votar junto a EEUU e Israel, además de otros países", dijo el presidente, según recoge el diario O Globo.
El líder ultraderechista se refirió al versículo del Evangelio de San Juan que dice "Conoceréis la verdad y la verdad os libertará", que suele citar de forma recurrente desde el periodo de la campaña electoral.
El presidente también afirmó que su objetivo es convertir Brasil en Israel, al alabar su elevado nivel de desarrollo a pesar de la escasez de recursos naturales.
"Nuestro compromiso es buscar la manera de transformar nuestro país en lo que es Israel; mira lo que tienen y lo que son, no tienen riquezas minerales, reserva, biodiversidad, tierras fértiles, agua o recursos naturales", dijo Bolsonaro.
Bolsonaro volvió a la cuestión de Israel, remarcando que son los israelíes quienes deben decidir cuál es su capital, a pesar de que hace unos días dio marcha atrás en su idea de trasladar a Jerusalén la embajada brasileña y optó por una solución intermedia anunciando la apertura de una oficina comercial.
Este 11 de abril, Bolsonaro reiteró que quien decide dónde está la capital de Israel en su pueblo, su Gobierno y sus parlamentarios diciendo "asumimos ese compromiso y, obviamente, queremos cumplir ese compromiso".
El presidente hizo estas declaraciones en un hotel de Río de Janeiro durante un encuentro con pastores evangélicos organizado por Silas Malafaia, uno de los líderes religiosos más radicales de Brasil, y al que también asistió el pastor estadounidense John Hagee, según recoge la prensa local.
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En la reunión estuvieron presentes, además de Bolsonaro, el presidente del Senado, Davi Alcolumbre; el titular del Tribunal Supremo Federal, Dias Toffoli, y el gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel, entre otras autoridades.
