"Planchart y Juan Guaidó son primos. Aquí aparece, en el teléfono de Planchart, una captura de pantalla entre el señor Gustavo Guaidó (hermano de Guaidó) y Planchart hablan de transacciones de 1.000 millones de dólares", indicó el ministro en declaraciones ofrecidas a través del canal estatal Venezolana de Televisión.
Rodríguez presentó unas hojas con capturas de pantalla de conversaciones sostenidas vía Whatsapp entre Planchart y Gustavo Guaidó como la evidencia, y sostuvo que se trata de una "trama urdida para robarse los dineros de Venezuela".
Estas evidencias, aseguró el ministro, fueron sustraídas del teléfono del abogado y experto financiero Juan Planchart, detenido el domingo por las autoridades venezolanas.
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"Luego de su captura (en referencia a Planchart), se encuentra en su celular la continuación de la trama para robarse los fondos de Venezuela junto a su líder Juan Guaidó", apuntó.
Rodríguez también detalló que Planchart era abogado de la compañía rusa Rosneft y que presuntamente habría violado los acuerdos de confidencialidad con esa empresa, para enviar información a Guaidó sobre el pago de recursos a través de firmas mixtas con Venezuela.
Parte de este dinero serviría para financiar grupos irregulares provenientes de Centroamérica y Colombia, dijo el ministro e identificó a Wilfrido Torres Gómez como el presunto cabecilla de la organización criminal Los Rastrojos, detenido la semana pasada en el estado de Carabobo (norte).
El 5 de enero, el diputado Juan Guaidó fue elegido presidente de la Asamblea Nacional, parlamento unicameral en desacato desde 2016.
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El 23 de enero, dos días después de que el Tribunal Supremo anulara su designación, el diputado se autoproclamó "presidente encargado" de Venezuela, apelando a un artículo de la Constitución que prevé la figura en caso de que exista un vacío de poder, pero no bajo el argumento de "usurpación del cargo", como alegó.
Guaidó fue reconocido de inmediato por los EEUU, a los que se sumaron unos 50 países.
Rusia, China, Cuba, Bolivia, Irán y Turquía, entre otros países, siguen apoyando al Gobierno de Maduro.
México y Uruguay se negaron a reconocer a Guaidó, se declararon neutrales y propusieron un diálogo entre las partes para superar la crisis.