El gobernador del estado de São Paulo, João Doria, y General Motors habrían definido que la multinacional invertirá 9.000 millones de reales (más de 2.400 millones de dólares) en Brasil entre 2019 y 2022 para renovar su línea de productos.
A partir de 2023, año en que se espera que esa inversión empiece a dar sus frutos, produciendo un aumento en la recaudación de impuestos gracias al crecimiento de ventas, la automotriz vería revertida parte de esa inversión en forma de incentivos fiscales, según la citada publicación.
General Motors atraviesa una grave crisis financiera y recientemente consideró la posibilidad de cerrar sus instalaciones en Brasil, situadas en São Caetano do Sul, en el cordón industrial de São Paulo, lo que llevó a las autoridades locales a tomar medidas para evitar despidos masivos.