Acompañada de tres de sus abogados la actriz regresó a su país para denunciar que las autoridades mexicanas vulneraron su derecho de defensa.
"Estaba siendo investigada y no pude dar postura sobre la investigación, ni mis abogados ni yo hemos tenido acceso", al expediente, y la PGR simuló su calidad de testigo, cuando en realidad era investigada como cómplice, declaró la protagonista de la telenovela sobre narcos 'La reina del sur'.
"No tengo nada que ocultar. No cometí ningún delito y sí fui víctima de una persecución política", afirmó Del Castillo en una conferencia de prensa local.
La actriz, de 46 años, calificó dicha persecución de injustificada e ilegal.
"La PGR —Procuraduría General de la República— filtró información a los medios de comunicación, lo cual es un acto ilegal. Tal situación propició que se detonara un juicio mediático que afectó mis derechos a la honra, dignidad, libertad de expresión y pensamiento", señaló.
Del Castillo aseguró que se vio dañada seriamente en su honor y reputación, lo que perjudicó sus actividades profesionales y exigió "una indemnización en términos integrales y justos".
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Finalmente, deseó al nuevo presidente Andrés Manuel López Obrador que le vaya "increíblemente bien".
"Tengo mucha emoción por las buenas atenciones que ha tenido el presidente [López Obrador] hacia mi persona, estoy ilusionada", agregó.
Un tiempo después se produjo la espectacular fuga del narcotraficante de una prisión mexicana, antes de ser recapturado y extraditado a una prisión de Nueva York (EEUU).
Del Castillo acusó a Penn de traición, porque no se enteró de la publicación en Rolling Stone hasta que ya estaba circulando, el 10 de enero de 2016, dos días después de la recaptura del fugitivo.
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La espectacular fuga discurrió por un túnel de 1,5 kilómetros desde la ducha de la celda del capo. En el túnel había una motocicleta que lo condujo hacia una bodega, donde se subió a una camioneta, y después una aeronave lo llevó a la sierra de Sinaloa.