"El presidente Enrique Peña Nieto no ha sostenido recientemente comunicación telefónica con el presidente Donald Trump", dijo en un escueto comunicado la presidencia de México.
En el breve texto, que no menciona directamente las denuncias del presidente venezolano Nicolás Maduro acerca de una confabulación de México y EEUU en contra de Venezuela, la presidencia mexicana indica que "durante el encuentro [en la Cumbre del G20] que ambos mandatarios sostuvieron el pasado viernes 7 de julio del presente [año], en Hamburgo, Alemania, el tema de migración fue abordado por ambos mandatarios".
El Gobierno de México informó el 27 de julio en un comunicado de la cancillería que "procederá en consecuencia, de conformidad con las leyes y convenios aplicables en la materia".
Además, el Gobierno de Peña Nieto informó el domingo que "México no reconoce los resultados de la elección de los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente realizada el día de hoy [30 de julio] en la República Bolivariana de Venezuela".
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El presidente Maduro condenó la decisión mexicana la noche del domingo y la consideró orquestada por EEUU.
Solo temas de migración
La presidencia mexicana añadió que Peña Nieto, en aquella ocasión en Hamburgo, "compartió [con Trump] que las repatriaciones de ciudadanos mexicanos desde Estados Unidos han disminuido 31% [para el período de enero a junio de 2017, comparado con el mismo lapso del año anterior]".
El presidente Maduro exigió la semana pasada explicaciones a EEUU, México y Colombia por las declaraciones del director de la CIA, Mike Pompeo que calificó como "injerencistas".
El mandatario venezolano pidió a los gobiernos de México y Colombia "que aclaren suficientemente" las declaraciones del director de la CIA referidas a que EEUU trabaja en colaboración con estos países latinoamericanos "para derrocar al Gobierno constitucional de Venezuela e intervenir en Venezuela".
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En un posicionamiento de la cancillería, México lamentó que el Gobierno de Venezuela "haya decidido llevar a cabo [el 30 de julio] unos comicios contrarios a los principios democráticos reconocidos universalmente, que no se apegan a la Constitución de la República y que profundizan la crisis en que se encuentra el país".
El Gobierno de México condenó asimismo "los incidentes de violencia y represión en los que más venezolanos perdieron la vida o resultaron heridos", y llamó al diálogo y la negociación.
Finalmente, el Gobierno de Peña Nieto indicó que, "con pleno respeto de la soberanía de Venezuela, México insta a todas las partes para que lleven adelante un diálogo genuino y con garantías, que permita al pueblo venezolano restaurar el orden democrático y retomar el camino del desarrollo y el estado de derecho", puntualiza la postura mexicana.