Batista fue llevado al Instituto Médico Legal (IML) para someterse una revisión rutinaria antes de entrar en la cárcel, probablemente la de Ary Franco, según apuntaron sus abogados a la prensa local.
Los investigadores de la Operación Lava Jato decretaron la detención de Batista el pasado jueves y fueron a buscarle a su domicilio de Río de Janeiro, pero no le encontraron.
El empresario estaba en Nueva York, y aunque sus abogados aseguraron que se entregaría a la Justicia lo antes posible un juez mandó incluirlo en la lista de forajidos de la Interpol.
Batista está acusado de pagar sobornos al ex gobernador del estado de Río de Janeiro Sérgio Cabral (Partido del Movimiento Democrático de Brasil) por valor de al menos 52 millones de reales (16,5 millones de dólares).
Antes de embarcar en el aeropuerto JFK de Nueva York el millonario hizo unas declaraciones a la televisión brasileña Globo.
"Estoy volviendo porque sinceramente voy a mostrar cómo son las cosas, así de simple", dijo, aunque no quiso avanzar si aportaría nuevos detalles comprometedores: "Como estoy en esta fase, entregándome a la Justicia, es mejor que no diga nada".