"Al final la agricultura es un agro negocio, el productor siempre va a ver que la agricultura sea rentable, le genere utilidades y la mejor manera de lograr eso es utilizando la biotecnología", declaró la responsable del Centro de Investigación Agrícola Tropical de la Gobernación de Santa Cruz (este).
"El agricultor ha visto que utilizando productos genéticamente modificados se reducen los costos de producción y evitan la utilización de herbicidas y hacer frente a las de enfermedades y plagas", dijo.
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Según datos del Centro de Investigación Agrícola Tropical, más del 98% de la soja que se cultiva en Santa Cruz es transgénica, incentivada por un alto contrabando de semillas que ingresan al país sin ningún control.
"Casi un 98% de la soja sembrada en Santa Cruz es con transgénicos que se están introduciendo de contrabando y no se está haciendo un estudio de riesgos bajo una regulación clara", declaró la experta.
Según la investigadora se debe dejar de creer que la agricultura familiar tiene que ser necesariamente orgánica y de subsistencia y por el contrario recurrir a la biotecnología para producir más y más barato.
"No podemos dejar de ser competitivos en la agricultura de Sudamérica", dijo.
Los grandes productores agrícolas del oriente boliviano promueven el uso de semillas transgénicas para mejorar su producción y hacer frente al cambio climático, iniciativa que por el momento es resistida por el Gobierno de Evo Morales.
