González anunció a principios de esta semana que participará en la defensa de los dos principales líderes de la oposición venezolana encarcelados, Leopoldo López, en prisión desde hace más de un año, y Antonio Ledezma, alcalde de Caracas detenido el pasado 20 de febrero, a petición de sus familias.
"Le sugiero que actúe en consecuencia de su título, que es expresidente y que se rebusque su vida de otra manera y no de lobbysta de la derecha local e internacional", dijo Rodríguez,
La canciller explicó que González "no tiene facultades ni para ejercer la abogacía en Venezuela ni para entrometerse en los asuntos internos" del país caribeño.
La ministra, en unas declaraciones difundidas por la televisión venezolana, agregó que si a González "le fue mal en sus otros negocios", como la "orfebrería o hacer collares", debería buscarse la vida de otra forma, "no ofendiendo a Venezuela ni a sus instituciones, ni a su Gobierno constitucional".
Sólo minutos después, el presidente Nicolás Maduro volvió a arremeter contra la decisión de González, que ya ha dicho que quiere visitar a los presos en la prisión cercana a Caracas donde López y Ledezma esperan juicio.
Durante un acto en la capital caribeña, el líder bolivariano dijo que González "no tiene moral para decir la palabra Venezuela" y le acusó de ser el "coordinador del eje antivenezolano Bogotá-Madrid".
"Bastante daño que le hizo a Venezuela cuando fue socio de Carlos Andrés Peréz y le regalaron la línea aérea Viasa", denuncio el mandatario venezolano, en referencia a la aerolínea que, según Maduro, fue el buque insignia de Venezuela en el sector hasta que cayó en manos de González que la llevó a la ruina.
Maduro recordó que "nunca le pagaron a los pilotos, aeromozas, a los técnicos a los trabajadores, sus prestaciones sociales".
El presidente venezolano aseguró que la oligarquía española "le tiene terror a la idea de una democracia bolivariana, una democracia popular".
Y puntualizó que el líder socialista español "es ciudadano de Colombia y maneja el eje Bogotá-Madrid-Miami, el cual se ha activado una campaña de guerra psicológica dirigida por J.J. Rendón".
González defendió su decisión de acudir en ayuda de los opositores encarcelados porque en Venezuela "se vota", pero "votar no culmina la definición como democrático o no de un país".
El expresidente se mostró preocupado porque "no se cumplan las normas establecidas por las propias autoridades".
Sin embargo, los foros latinoamericanos como Alba, Celac y Unasur respaldan a Venezuela y han condenado las recientes sanciones norteamericanas, así como las "injerencias" en la política de Maduro.