Anteriormente Maduró explicó que necesitaba esos poderes frente a las acciones agresivas de EEUU, que ha impuesto nuevas sanciones contra funcionarios venezolanos y ha declarado que el país representa una amenaza para Washingtón.
Maduró podrá gobernar el país los próximos seis meses mediante decretos que tendrán la fuerza de leyes y así garantizará la estabilidad en el país centroamericano.
Es la segunda vez que el actual líder venezolano pide al Parlamento poderes especiales, la primera vez lo hizo en otoño de 2013 para poder contrarrestar la guerra económica y combatir la corrupción.