En concreto, un representante de la Embajada de Brasil en Indonesia entregará una carta firmada por el ministro Mauro Vieira que será entregada al director de la prisión de Pssar Putij, donde Gularte permanece desde 2004 cuando fue detenido al intentar introducir en el país 6 kilogramos de cocaína en el interior de planchas de surf.
Recientemente, el brasileño fue diagnosticado de esquizofrenia por un psiquiatra de la red pública de Indonesia, confirmando el veredicto anterior del psicólogo privado contratado por los familiares de Gularte en un último esfuerzo por evitar su inminente ejecución, prevista para este mes de febrero.
Esta misma semana, el presidente de Indonesia, Joko Widodo, que ha negado sistemáticamente todos los pedidos de clemencia incluso del primer ministro australiano, Tony Abbott, confirmó el retraso en la ejecución de Gularte y otros 6 extranjeros debido a problemas de preparación en el presidio de la isla de Nusakambangan, lugar en el que los reclusos serán fusilados.
El pasado 17 de enero, el brasileño Marco Archer Cardoso, de 53 años, fue el primer ciudadano de Brasil en ser ejecutado en el extranjero tras las negociaciones frustradas de la presidenta Dilma Rousseff que se mostró "indignada" con la ejecución y la falta de diálogo del presidente Widodo.