Del 13 al 16 de abril en el país se celebraron los comicios generales para elegir el presidente y los diputados del Parlamento y de las asambleas legislativas provinciales.
En las elecciones participaron 45 de los 86 partidos políticos registrados en el país.
Al Bashir, que dirige el país desde el golpe militar de 1989, fue el favorito para ocupar la jefatura del Estado.
Los países y organizaciones occidentales se negaron a enviar sus observadores a Sudán.
La Unión Europea dijo en un comunicado que "la próxima votación no podrá dar resultados fidedignos ni reconocerse como legítima".
Al país llegaron observadores de la Liga Árabe, algunas organizaciones de África y Asia, así como de China y Rusia.
La votación se celebró en el contexto de la lucha de las tropas gubernamentales contra los rebeldes en la región de Darfur, el estado de Kordofán del Sur y la provincia del Nilo Azul y de la crisis económica provocada por la pérdida del petrolífero sur del país.