"Un desastre no mitigado": revelan las desventajas de los drones británicos Watchkeeper

Los drones británicos de reconocimiento Watchkeeper tienen dificultades para volar en condiciones meteorológicas desfavorables, informa el periódico 'The Times'. Agrega que actualmente ninguno de ellos se está utilizando en operaciones de combate, pese a costar unos seis millones de dólares cada uno.

"La flota británica de aviones no tripulados Watchkeeper tiene dificultades para operar en condiciones meteorológicas adversas y ninguno de ellos participa en ninguna operación, a pesar de que cada uno costó alrededor de cinco millones de libras [más de seis millones de dólares]", indica el periódico.

Según la publicación, los drones de reconocimiento Watchkeeper se basan en el vehículo aéreo no tripulado israelí Hermes 450. Se señala que la versión británica fuertemente modificada resultó ser "menos exitosa" que el original. Los Watchkeeper estaban "tan profundamente modificados" que se necesitaron unos 2.000 requisitos de sistema adicionales, explica el periódico. Además, se agrega que los drones modificados resultaron demasiado pesados.

The Times señala, citando a un funcionario anónimo, que ocho de los 54 vehículos aéreos no tripulados ya fueron dados de baja, con un costo de 40 millones de libras (50 millones de dólares), y destacó que el programa en general resultó ser un "desastre no mitigado que vino con un retraso de años y ya estaba obsoleto".

"Varios de ellos [drones británicos] se estrellaron porque iban cargados con parámetros adicionales", precisa el diario.

En febrero de 2017, The Sunday Times escribió que 54 drones Watchkeeper costaron a los contribuyentes británicos 1.200 millones de libras (más de 1.500 millones de dólares).