Unos 20 soldados sufren daño cerebral tras los ataques en Irak y Siria a bases militares de EEUU

Los ataques contra las fuerzas estadounidenses en Oriente Medio han experimentado un fuerte aumento en los últimos días tras el inicio del conflicto palestino-israelí y la operación terrestre de Israel en la Franja de Gaza.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos confirmó que 19 militares estadounidenses sufrieron lesiones cerebrales traumáticas durante los recientes ataques contra tropas desplegadas en bases de Siria e Irak. No se ofrecieron detalles sobre la gravedad de las lesiones.

El Pentágono detalló que 15 miembros del servicio en la guarnición de Al-Tanf, en Siria, y cuatro soldados en la base aérea de Al-Asad, en Irak, sufrieron heridas a causa de ataques recientes, que se cree fueron en respuesta al conflicto palestino-israelí.

La forma más común de lesión cerebral traumática es la conmoción cerebral, que puede producirse por una sacudida o un golpe en la cabeza.

Este tipo de daño es frecuente en deportes de contacto y suele provocar síntomas como visión borrosa, tinnitus, cambios de comportamiento y náuseas.

Los casos más graves incluyen dificultad para hablar, convulsiones, entumecimiento, estado de confusión o pérdida de conciencia.

La confirmación se produce después de que el Departamento de Defensa informara anteriormente de que un total de 21 miembros del servicio habían sufrido heridas leves entre el 17 y el 18 de octubre. Desde entonces tuvieron lugar más ataques, pero no se registraron heridos confirmados.

Estados Unidos es el aliado más fuerte de Israel y proporciona anualmente miles de millones en ayudas al Estado israelí.

Anteriormente, el Consejo de Seguridad de la ONU no pudo aprobar una resolución que pedía una pausa humanitaria en el conflicto después de que Estados Unidos la vetara. El 27 de octubre fracasaron otros dos proyectos de resolución, contra los que también votó Estados Unidos.

El pasado 7 de octubre, Hamás lanzó miles de proyectiles desde la Franja de Gaza en un ataque sin precedentes y realizó una incursión armada en las zonas fronterizas del sur de Israel, por lo que el primer ministro del Estado judío declaró que el país "está en guerra". En respuesta al ataque sorpresa de Hamás, el Ejército israelí movilizó a 300.000 reservistas, lanzó varias oleadas de ataques aéreos sobre Gaza y está preparando una ofensiva terrestre.

Desde el 9 de octubre Israel mantiene el enclave palestino sin provisiones básicas, si bien el día 16 reinició el suministro de agua para el sur de Gaza, adonde se desplazan estos días cientos de miles de civiles por miedo a una invasión que se da por inminente.

Las hostilidades causaron hasta la fecha más de 1.400 muertos y casi 5.500 heridos en Israel, y unos 6.500 muertos y 17.400 heridos en la Franja de Gaza, según los últimos datos disponibles, así como más de 200 rehenes retenidos en el enclave, informó el Ejército israelí.

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