El Banco Europeo eleva la tasa de interés a un nivel histórico golpeado por la alta inflación

El Banco Central Europeo (BCE) subió el tipo de interés directriz en 0,25 puntos, hasta el nivel más alto de su historia. La décima subida en la eurozona elevará el tipo de refinanciación del 4,25% actual al 4,5%, lo que igualaría los niveles récord alcanzados en octubre de 2000.

"El Consejo de Gobierno decidió elevar los tres tipos de interés oficiales del BCE en 25 puntos básicos. En consecuencia, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito se incrementarán hasta el 4,50%, el 4,75% y el 4,00%, respectivamente, con efectos a partir del 20 de septiembre de 2023", señaló el regulador en un comunicado.

Desde el organismo aseguran que están decididos a garantizar que la inflación retorne a su objetivo a medio plazo del 2%.

La lucha contra la inflación sigue siendo la principal tarea de esa institución bancaria, y los últimos datos influyeron en la decisión que, sin embargo, mantuvo en tensión al mercado en las últimas semanas, ya que el resultado de la votación distaba mucho de estar claro.

El BCE elevó su previsión de inflación anual en los países de la eurozona para 2023, de un 5,4% a un 5,6%. Para 2024, el organismo prevé ahora una inflación anual del 3,2%, en lugar del 3% indicado en junio. En cambio, la previsión para 2025 se ha rebajado del 2,2% al 2,1%.

Se espera que la inflación subyacente en la eurozona sea del 5,1% al término de 2023, igual que en junio. Para 2024, el BCE prevé que la tasa descienda al 2,9%, y al 2,2% para 2025.

"La revisión al alza de las previsiones para 2023 y 2024 refleja principalmente la mayor evolución de los precios de la energía. Las presiones subyacentes sobre los precios siguen siendo elevadas, a pesar de que la mayoría de los indicadores han comenzado a descender", señaló el regulador en su comunicado.

La decisión del BCE vino acompañada de una serie de ajustes en sus previsiones del ritmo de la recuperación económica europea, que reflejan la persistencia de los problemas que afectan a la región. En este sentido, el organismo rebajó su previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de la eurozona para el año en curso a un 0,7% desde el 0,9% previsto en junio de 2023.

Asimismo, el regulador considera que en 2024 la deseada recuperación de la economía tampoco irá al ritmo previsto anteriormente, por lo que la previsión para el año que viene se rebajó: del 1,5% al 1%. Sin embargo, para 2025, los datos del BCE son ligeramente más optimistas, ya que se espera que el PIB de la eurozona aumente un 1,5%, lo que supone solo una desviación de 0,1% respecto a las previsiones anteriores.

Los datos del índice de precios al consumo (IPC) de la eurozona se situaron en agosto en el 5,3%, sin cambios respecto a julio, lo que supone la ruptura de una tendencia a la baja que se mantenía desde mayo del año pasado, cuando la inflación cayó al 6,1% desde el 7% de abril.

Los países europeos viven una crisis energética debido a las restricciones contra los recursos energéticos rusos por la operación militar especial en Ucrania. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó que las sanciones asestaron un serio golpe a toda la economía mundial y también señaló que Occidente tiene por objetivo empeorar la vida de millones de personas.

Según él, contra Moscú se desató una agresión de sanciones sin precedentes orientada a aplastar a corto plazo la economía rusa, "a derrumbar la moneda nacional, el rublo, a través del robo de nuestras reservas de divisas y a provocar una inflación destructiva". Sin embargo, destacó, el plan de Occidente no tuvo éxito.