AMLO niega tener un pacto con el crimen organizado y los narcos

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó en forma tajante la acusación de un presunto pacto de su Gobierno con el crimen organizado y narcotraficantes que fue lanzado por su antiguo correligionario Porfirio Muñoz Ledo, líder de la disidencia dentro del gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

"Es un señalamiento que están usando nuestros adversarios con mucha frecuencia, por las elecciones [del domingo próximo] queriendo confundir, engañar, de que nosotros y yo tenemos vinculación con el narcotráfico, o grupos de narcotraficantes", dijo el jefe del Ejecutivo en respuesta a la acusación.

Muñoz Ledo, con trayectoria política de medio siglo y crítico de López Obrador dentro del oficialista Morena, dijo en su intervención ante la reunión plenaria de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (Copppal) que el crimen organizado se convirtió en un aliado de López Obrador.

"Es falso, es completamente falso, no establezco relaciones de complicidad con nadie; por eso puedo enfrentar a la mafia del poder, a los delincuentes, dedicados a la delincuencia organizada y a la delincuencia de cuello blanco", replicó el jefe del Ejecutivo federal ante periodistas.

El viejo amigo y compañero de lucha de López Obrador dijo ante la Copppal que el presidente "piensa que puede heredar al siguiente Gobierno su asociación con los delincuentes y que eso le otorga mayor poder porque además de tener la autoridad y los recursos del Gobierno federal, estos se suman a los del narcotráfico, y entonces no hay nada que se le pueda oponer".

Presidente exige pruebas

López Obrador exigió pruebas a los líderes de la oposición que lo acusan de proteger a narcotraficantes con su política de seguridad que él mismo bautiza "abrazos, no balazos".

"Acerca de los vínculos con el narcotráfico, si tienen pruebas que las presenten, que dejen de calumniar. Es muy lamentable, vulgar, bajo, pero tampoco crean que me preocupa mucho en primerísimo lugar porque estoy muy tranquilo con mi conciencia", replicó.

Y agregó, aludiendo al medio siglo de carrera política de su compañero de lucha: "lo peor que puede pasar en política es que haga uno el ridículo; y si uno tiene demasiado apego al poder, o se encariña con el poder, puede cometer muchos errores".

Muñoz Ledo, 88 años, presidió en 2019 la Cámara de Diputados como decano de los legisladores mexicanos al frente de la bancada de Morena desde el primer día del Gobierno de López Obrador, cuando le impuso la banda presidencial en la tribuna del Congreso, en diciembre de 2018, pero ahora se opone al proyecto de reformas que promueve su viejo amigo.

"El licenciado Muñoz Ledo me conoce muy bien, y se atreve a sostener de que el Gobierno tiene vínculos con el narcotráfico, es un juicio sin fundamento, temerario", agregó el jefe del Ejecutivo.

El líder disidente fue representante de México ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas y ante la Unión Europea, fue uno de los dos finalistas para dirigir a Morena en noviembre de 2020, y perdió en una encuesta de desempate ante el economista Mario Delgado, dijo a esta agencia que el presidente de la República no se atrevió a pedirle apoyo para esa reforma.

El 5 de junio se celebran elecciones a gobernadores en seis de los 32 estados de la federación mexicana (Aguascalientes, Tamaulipas, Durango, Oaxaca, Quintana Roo, e Hidalgo), la última estación en las urnas antes de las presidenciales de 2024.

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