Desarrollan una nueva prueba que puede predecir el riesgo de diabetes

Para detectar la diabetes, los médicos especialistas tienen en cuenta varios factores como la dieta y los antecedentes familiares. Sin embargo, un estudio científico revela la posibilidad de un nuevo factor en la sangre que puede evidenciar el riesgo de esta enfermedad.

El organismo de las personas que padecen diabetes trabaja horas extras para procesar el azúcar, o la glucosa, en la sangre, pero es posible que se pueda predecir la probabilidad de desarrollar esta enfermedad con una prueba sencilla.

Un nuevo estudio científico realizado en Alemania revela que los lípidos del plasma sanguíneo podrían ayudar a los médicos a predecir el riesgo de padecer diabetes de tipo 2 antes de la aparición de los síntomas. Según publica Medical News Today, todo lo que se necesita es un simple análisis de sangre.

El estudio se basó en un ensayo, donde los investigadores tomaron una muestra de sangre de referencia a cada participante. Posteriormente, centrifugaron estas muestras para separar el plasma y analizarlo. Así los investigadores consiguieron medir las concentraciones de 184 lípidos diferentes en el plasma sanguíneo mediante espectrometría de masas y utilizaron estos perfiles lipidómicos para calcular las puntuaciones de riesgo y determinar a cuál de los seis grupos de riesgo pertenecía cada participante.

Los investigadores realizaron un seguimiento durante más de dos décadas a los participantes del estudio, de los cuales el 13,8% desarrolló diabetes de tipo 2. En el caso de los que se clasificaron en los grupos de mayor riesgo en función de sus perfiles lipidómicos, la cifra fue superior a 37%.

"Los autores de este estudio se han sumado a la creciente evidencia de que los perfiles de lipidómica podrían marcar el comienzo de la próxima generación de detección de enfermedades cardiovasculares y diabetes", concluyó el doctor Suneet Singh, director médico de CareHive.

Más allá de las pruebas, es de conocimiento general que los niveles de azúcar en sangre se pueden ayudar a controlar con sencillos cambios en el estilo de vida como comer alimentos más saludables, hacer ejercicio e incluso tomar ciertos tipos de suplementos siempre y cuando sea bajo la supervisión de un médico.