La donación del oxígeno venezolano a Brasil "refleja la idea chavista de integración"

Venezuela envió varios cargamentos de oxígeno para ayudar a Brasil a enfrentar el COVID-19, mientras que unas negociaciones similares con EEUU no han funcionado. Para Rafael Araújo, experto en política e historia de Venezuela, las donaciones venezolanas tienen fines de integración y reflejan una cierta visión de las relaciones internacionales.

La ciudad de Manaos, en el estado de Amazonas (Brasil) atraviesa una crisis sanitaria y sufre la falta de balones de oxígeno para los pacientes ingresados en los hospitales. Tras el colapso del sistema de salud en el estado el 17 de enero, la Administración Bolsonaro buscó donaciones de oxígeno en Estados Unidos, pero las negociaciones no han tenido éxito.

Las donaciones venezolanas persiguen objetivos políticos y reflejan una visión particular de las relaciones internacionales, declaró Rafael Araújo, profesor de historia de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ) y experto en política e historia de Venezuela, a Sputnik. 

"Es un intento de Maduro de revelar a la opinión pública brasileña y latinoamericana otra imagen, desconectada de esa imagen de dictador que se ha formado alrededor de él, sobre todo en nuestros medios de comunicación, en los últimos dos años", destacó Araújo.

En la opinión del experto, esta medida materializa la visión chavista de las relaciones exteriores y es un paso hacia la integración regional.

"En términos políticos, forma parte de una visión de las relaciones internacionales que, de alguna manera, siempre fue el plan del Gobierno venezolano de Hugo Chávez y se perpetúa en el Gobierno de Maduro: la idea de la integración", subraya el experto.

Un factor que podría haber influido en las infructuosas negociaciones con Washington es el cambio de Gobierno en el país nortemaericano, lo que ha frenado algunas negociaciones diplomáticas, cree el profesor. El 20 de enero, el demócrata Joe Biden ocupó la Casa Blanca tras la salida de Donald Trump, su predecesor. 

"Además, hay todo un tema de logística. De hecho, en términos de transporte, es más fácil que el oxígeno venga de Venezuela que de Estados Unidos", agregó Araújo.

El profesor de la UERJ recuerda que las gestiones con Venezuela se han realizado sin la intervención de la Cancillería brasileña, uno de los organismos gubernamentales más críticos con el presidente Nicolás Maduro. También destaca una paradoja curiosa en el comportamiento del Gobierno brasileño que no reconoce la presidencia de Maduro. 

"¿Cómo podemos recibir oxígeno de un Gobierno con el que Brasil no dialoga y no reconoce su legitimidad?", pregunta el profesor.

Sin embargo, el experto está seguro de que el gesto humanitario de Maduro no provocará acercamiento entre los dos países, ya que Bolsonaro se apoya mucho en la narrativa antivenezolana. "Al ver a Bolsonaro en estos dos años de mandato, creo que es poco probable que agradezca a Venezuela", resume.