Cancillería checa convoca al embajador ruso por protestas no acordadas en apoyo de Navalni

PARAGA (Sputnik) — El Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Checa convocará al embajador ruso en Praga, Alexandr Zmeyevski, para abordar el tema de las manifestaciones no autorizadas celebradas el 23 de enero en Moscú por los partidarios del detenido opositor ruso Alexéi Navalni, declaró el jefe de la diplomacia checa, Tomas Petricek.

"En cuanto a nuestra reacción, nos gustaría recibir una explicación del señor embajador Zmeyevski con respecto a la detención [de Navalni] y la represión violenta de las protestas e informarle de nuestra posición en relación a este caso", dijo Petricek ante la prensa.

El pasado 18 de enero, Petricek informó de que se había contagiado con el coronavirus, por lo que no pudo asistir al encuentro de los ministros de Exteriores de los países miembros de la Unión Europea (UE) sobre la posibilidad de imponer sanciones a Rusia por el caso de Navalni. La reunión se celebró el lunes en Bruselas.

La mayoría de los ministros abogó por proceder a exigir la liberación inmediata de Navalni, señaló Petricek.

"Supongo que si eso falla, volveremos a debatir las sanciones. La UE debe utilizar la presión que tiene permitida por su fuerza económica", expresó el ministro checo.

El pasado 23 de enero en varias ciudades rusas tuvieron lugar concentraciones no acordadas en apoyo a Navalni.

Según el proyecto independiente pro derechos humanos OVD-Info, al menos 3.770 personas fueron detenidas a lo largo de Rusia durante las protestas no autorizadas. Solo en Moscú y San Petersburgo hubo 1.481 y 567 detenciones, respectivamente.

Las autoridades habían calificado de inadmisibles los llamamientos a participar en las manifestaciones no acordadas, convocadas por los partidarios del opositor.

Navalni fue detenido el pasado 17 de enero a su regreso de Alemania, donde había permanecido desde finales de agosto tras un supuesto envenenamiento con un agente nervioso en la ciudad rusa de Tomsk. Tras su detención fue ingresado en prisión preventiva, por 30 días, a la espera de que un tribunal decida si merece una condena real por haber violado la condicionalidad de una sentencia anterior.