Dmítriev se especializa en el tema de las represiones políticas en la Unión Soviética.
La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, había comentado que serían invitados los embajadores de Alemania, Francia y otros países que denunciaron la 'politización' del caso Dmítriev.
Zajárova aseguró que la sentencia de Dmítriev no estaba relacionada con su trabajo y que nadie cuestiona sus logros en el estudio de los crímenes de la época estalinista.
El historiador y activista, que permanecía en prisión preventiva desde diciembre 2016, fue declarado culpable de agresiones sexuales contra su hija adoptada, que entonces tenía menos de 14 años. Dmítriev niega su culpa.
El jefe del Consejo de Derechos Humanos supeditado a la Presidencia de Rusia, Valeri Fadéev, instó a elevar ese caso al Tribunal Supremo de Rusia y calificó de "muy extraño" el proceso judicial en Karelia.
Según señaló, "algo anda mal con el sistema judicial".
Además, la defensora del pueblo de Rusia, Tatiana Moskalkova, pidió al tribunal de Karelia que le presentara el expediente penal abierto contra Dmítriev.