"La UE confirma su disposición a [tomar] medidas restrictivas adicionales en contra de organizaciones y personas de alto rango, incluido Alexandr Lukashenko, si la situación no mejora", dice el documento.
Se agrega que la UE decidió reducir la cooperación bilateral con Bielorrusia y el financiamiento de sus autoridades, pero ampliará el apoyo para la sociedad civil bielorrusa.
"La UE también revisará la prestación de asistencia financiera a Bielorrusia para asegurar que sea recibida por el pueblo de ese país y no las autoridades centrales", señala el documento.
En este contexto, se prevé que el Banco Europeo de Inversiones revise su actividad en Bielorrusia y que los miembros de la UE coordinen su postura en el marco del banco.
Por su parte, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, indicó que la propuesta de varios Estados de incluir a Lukashenko en la lista de sanciones fue aprobada, "teniendo en cuenta los acontecimientos desde la aprobación de la lista anterior".
Borrell explicó que, en opinión de la UE, Lukashenko no está dispuesto a dialogar con la oposición.
"Tenemos la impresión de que las autoridades bielorrusas no están preparadas para un diálogo, rechazan las negociaciones, incluida la propuesta de la OSCE; Lukashenko no está dispuesto a dialogar, desarrollar contactos para resolver pacíficamente la crisis en Bielorrusia", destacó.
Expresó también su esperanza de que las sanciones respecto al pueblo bielorruso se impongan en un plazo más corto que la lista anterior, aprobada para dentro de un mes y medio.
En Bielorrusia continúan las protestas tras la reelección del presidente Lukashenko, en el poder desde 1994, el 9 de agosto pasado.
La oposición bielorrusa denunció numerosas irregularidades electorales y exigió una repetición de los comicios, opción que Lukashenko descartó.
La violencia callejera amainó en los días siguientes, pero las protestas continuaron, al tiempo que las autoridades detenían o expulsaban de Bielorrusia a las figuras más visibles de la oposición.
Varios países, incluidos EEUU y los miembros de la Unión Europea, no reconocieron esos comicios.
La UE formalizó medidas restrictivas individuales contra 40 funcionarios bielorrusos que, según Bruselas, son responsables de la violencia durante las protestas y de la falsificación de los resultados de las elecciones presidenciales. Lukashenko no figuraba en esa lista.