La iniciativa comenzó en sectores ultraortodoxos antisionistas que querían evitar el uso de hospitales israelíes, pero se ha extendido a toda la comunidad a medida que los hospitales se fueron acercando a su límite de aceptación de pacientes.
Los organizadores abogan por una iniciativa similar fuera de la comunidad ultraortodoxa, pues argumentan que su programa privado brinda un mejor tratamiento a la vez que alivia parte de la carga del sistema de atención médica.
"Solo ofrecemos una consulta inicial y enviamos inmediatamente los niveles de saturación de oxígeno y la presión arterial [a laboratorios cualificados]. Los médicos son quienes deciden cuándo no se puede evitar la hospitalización", dijo Yitzhak Markovich, uno de los miembros de la organización 'Hasdei Amram', según el Canal 12.
Markovich destacó que "un médico y una enfermera van a sus casas para tomar muestras de sangre y las transferimos a un laboratorio legal. Hay dos laboratorios que trabajan con nosotros".
Los médicos que participaron en el proyecto, todos de instituciones médicas reconocidas, se negaron a ser nombrados públicamente.
Uno de ellos dijo: "Yo, como médico, trato a los seres humanos. Nuestro objetivo no es ayudar a las personas a eludir la ley. Nuestro objetivo es ayudar al sistema y aliviar un poco la carga. Aquí no hay problema de un Estado dentro de un Estado".