"La Duma del Estado declara que hay necesidad de un alto el fuego inmediato, prohibición de una escalada de los enfrentamientos en la región y que no hay alternativa a una solución pacífica del conflicto. Los diputados de la Duma del Estado llaman a las partes que regresen al proceso de negociación lo antes posible y están listos para brindar asistencia de mediación para estabilizar la situación", dijo el comunicado.
El 27 de septiembre se desataron las hostilidades con el uso de carros de combate, artillería, aviación y sistemas de misiles a lo largo de la línea de contacto que separa a las fuerzas armenias y azeríes en Nagorno Karabaj.
Ambos bandos se acusan de haber iniciado esta espiral bélica, de una intensidad muy superior a la de la anterior escalada del conflicto que tuvo lugar en abril de 2016.
Las autoridades de Armenia y de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj declararon el 27 de septiembre una movilización general de fuerzas y la ley marcial en la totalidad de sus territorios. También denunciaron la implicación de Turquía en el conflicto del lado de Azerbaiyán.
Ambos bandos reconocen que la escalada ya les provocó decenas de muertos y centenares de heridos, entre ellos civiles, pero sostienen que las bajas y las pérdidas de material bélico del lado enemigo son mucho más elevadas.
El conflicto de Nagorno Karabaj estalló en 1988, cuando este territorio de población mayoritariamente armenia decidió separarse de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.