"Tenemos otros cinco estados interesados y empezamos las discusiones con el Gobierno federal, queremos coordinarlo con él", explicó el jerarca ruso en una entrevista a Folha de Sao Paulo.
Este 11 de septiembre se divulgó un acuerdo entre el RDIF y el Gobierno de Bahía que contempla la compra de hasta 50 millones de dosis de la vacuna Sputnik V hasta marzo, lo que dependerá del visto bueno de las autoridades reguladoras de Brasil.
Según Dmitriev, parte de esa cantidad podría salir del propio territorio brasileño, ya que el acuerdo firmado en agosto con el estado de Paraná contempla transferencia de tecnología y producción local.
"Brasil es muy estratégico para nosotros; queremos exportar a otros países de América Latina el año que viene, porque los brasileños tienen una buena capacidad de producción de vacunas, como India y Corea del Sur", explicó.
Con los acuerdos ya firmados y los anunciados, Rusia toma la delantera en Brasil en la carrera por la vacuna contra el COVID-19.
Dmitriev también remarcó que en las últimas semanas la vacuna Sputnik V sufrió una "campaña de difamación" por parte de personas y gobiernos que no quieren admitir que Rusia tiene buena ciencia.
En este sentido, aseguró que las cosas están cambiando y que ahora hay empresas y fondos de inversiones privados de Europa y de Estados Unidos que están ofreciendo cooperación para producir la vacuna.