Para el intelectual español Javier Colomo Ugarte, doctor en Geografía e Historia, la desestabilización en la antigua república soviética —que colinda con Rusia— forma parte de una jugada "geoestratégica" occidental destinada a frenar la dinámica integracionista en Eurasia.
Señaló que el cada vez mayor peso de ese inmenso espacio, cuyos principales protagonistas son Rusia y China, "no es del agrado de Occidente", dado que cuestiona su "hegemonía de los últimos 200 años".
"Debilitar a Bielorrusia es debilitar también a Rusia, y es debilitar de alguna manera esa nueva esperanza que se abre para la humanidad de un nuevo orden mundial", en el que todos los países sean apegados en su política exterior a los postulados de la Carta de las Naciones Unidas, que "deja muy claro que hay que respetar principios como la soberanía de las naciones y la no injerencia", subrayó el analista.
Unos principios que en la práctica son respetados por unos pocos, entre ellos Moscú y Pekín, al tiempo que para Occidente son papel mojado, recalcó Javier Colomo Ugarte.