Los tabloides británicos pillaron a Johnson corriendo en el parque londinense Lambeth junto con su nuevo entrenador Harry Jameson, el gurú de la vida sana para las celebridades.
Johnson, que se recuperó de la infección de coronavirus, ha admitido que el peso habría podido influir en la enfermedad.
Tras su experiencia en cuidados intensivos, el primer ministro británico se puso el objetivo de no solo combatir la obesidad en el Reino Unido sino también ocuparse de su propia salud.
Varios estudios científicos apuntan a que la obesidad agrava la enfermedad COVID-19, provocada por el coronavirus SARS-CoV-2.
En particular, una investigación de científicos estadounidenses, publicada en la revista Obesity Reviews, muestra que la obesidad aumenta casi un 50% el riesgo de muerte por COVID-19.