En un vídeo dirigido desde Lituania a los obreros de Belaruskali, MTZ, Grodno Azot y otras grandes empresas industriales, Tijanóvskaya señaló que son "el símbolo de la nueva Bielorrusia libre" y que el futuro de la nación "depende de su unidad y de su determinación".
"Les pido continuar y ampliar las huelgas", instó Tijanóvskaya y agregó que los objetivos son la liberación de los presos políticos y la convocatoria de nuevas elecciones.
Bielorrusia es escenario de fuertes protestas desde el 9 de agosto por los resultados de las elecciones presidenciales que dan como ganador al presidente actual Alexandr Lukashenko.
En los primeros días de las manifestaciones los agentes de seguridad recurrieron a gas lacrimógeno, balas de goma, cañones de agua, granadas aturdidoras e incluso fusiles con acción de bombeo. Según el Ministerio del Interior, centenares de personas sufrieron heridas, incluidos más de 150 agentes del orden público, y más de 6.700 personas fueron detenidas. Tres personas fallecieron.
Luego los agentes de seguridad dejaron de usar la fuerza para dispersar las manifestaciones, pero las protestas continuaron en las calles y también trascendieron a algunas de las cadenas de televisión públicas y compañías industriales, que se declararon en huelga.
La oposición bielorrusa impugna los resultados de las elecciones y exige una repetición de los comicios, opción que Lukashenko ha descartado en términos contundentes.