"Llamamos a las autoridades de Belorrusia a poner fin a la violencia, liberar a todas las personas detenidas arbitrariamente y regresar sin demora al camino de la democracia y pluralismo, entablando el diálogo con la sociedad", dijo Borrell citado por el servicio de prensa.
De lo contrario, advirtió, la UE se verá obligada a "reconsiderar las relaciones con Belorrusia y eventualmente imponer sanciones contra los responsables de la violencia, las detenciones arbitrarias y la falsificación de los resultados electorales".
"Apoyamos la soberanía y la independencia de Bielorrusia, pero no podemos desarrollar nuestras relaciones ignorando las flagrantes violaciones de los derechos humanos y las libertades políticas", concluyó.
El 11 de agosto, Borrell afirmó que las presidenciales bielorrusas "no fueron libres ni justas", mientras "el pueblo de Bielorrusia se merece algo mejor".
Reacción de la OSCE
Las autoridades bielorrusas deben respetar los compromisos internacionales asumidos y poner fin a la violencia en las manifestaciones que continúan en el país, declaró la Asamblea Parlamentaria de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
"Preocupado por los informes sobre la fuerza excesiva tras las elecciones presidenciales, incluido el uso de balas de goma, cañones de agua, granadas cegadoras y arrestos masivos, el presidente de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE, George Tsereteli, llamó hoy a Minsk a frenar las tácticas de represión y cumplir plenamente con las normas internacionales sobre los derechos humanos", dice el comunicado.
Al referirse a las informaciones sobre "maltrato contra detenidos", así como "ataques contra representantes de los medios y la decisión de las autoridades de apagar internet en el país y bloquear las redes sociales", el presidente de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE recordó que Bielorrusia, como miembro de la organización, asumió "ciertos compromisos en la dimensión humana, como el derecho de reunión pacífica, la libertad de expresión, la libertad frente a arrestos y detenciones arbitrarios, y el derecho a recursos efectivos".
"Llamo a las autoridades a garantizar que estos derechos y libertades sean respetados, y que aquellos detenidos de manera arbitraria en los últimos días sean puestos en libertad lo más pronto posible", expresó.
Tsereteli subrayó que "debido a que los resultados de las recientes elecciones están en disputa, el Gobierno debe ofrecer pasos concretos que generen una base para restaurar la confianza".
"Sería ideal que esos pasos creen condiciones necesarias para entablar un diálogo entre el Gobierno y la oposición, tanto dentro del Parlamento como fuera del mismo", afirmó.
Las protestas estallaron en Bielorrusia el pasado 9 de agosto por la noche, tras el anuncio de los primeros resultados de los comicios presidenciales que daban como ganador al mandatario en ejercicio Alexandr Lukashenko.
La oposición se negó a reconocer el escrutinio oficial al afirmar que Tijanóvskaya habría conseguido entre el 70 y el 80% de los apoyos.
Tras el cierre de las mesas electorales, miles de personas se echaron a la calle en Minsk y otras ciudades de Bielorrusia para expresar su descontento con el recuento oficial, una protesta que fue dispersada por la policía con balas de goma, cañones de agua y granadas aturdidoras.
Las manifestaciones en Minsk dejan hasta el momento un muerto y miles de detenidos, conforme a los datos del Ministerio del Interior.