"Personalmente no he recibido ninguna advertencia de la Embajada estadounidense en Berlín", dijo el jefe de la diplomacia alemana a la prensa de cara a las conversaciones de los ministros de Exteriores del Consejo de Estados del Mar Báltico.
La construcción del Nord Stream 2, impulsado por una alianza de empresas de Rusia, Alemania, Austria, Francia y los Países Bajos, fue suspendida en diciembre de 2019 después de que Washington amenazara con sanciones a la empresa suiza Allseas que realizaba las obras.
El barco ruso de tendido de tuberías Akademik Cherskiy con capacidad para concluir el gasoducto, llegó este mes a Alemania.
De los 1.230 kilómetros de la tubería falta construir actualmente menos de 160 kilómetros.
El proyecto fue concebido para diversificar las rutas del suministro del gas ruso a Europa y elevar la seguridad energética.
Se oponen al nuevo gasoducto Estados Unidos que busca vender a Europa el gas natural licuado (GNL) de sus yacimientos de esquisto y algunos países europeos como Polonia, Letonia y Lituania.
Ucrania, que teme perder sus ingresos por el tránsito del gas ruso, también está en contra del proyecto.
El Consejo de Estados del Mar Báltico aglutina a Alemania, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Islandia, Letonia, Lituania, Noruega, Polonia, Rusia y Suecia.