"Hoy decidimos levantar el estado de emergencia en 39 [de las 47] prefecturas", dijo Abe, aunque agregó que las restricciones se mantienen en Tokio y Osaka.
Sin embargo, el primer ministro pidió a los residentes de las prefecturas donde se levanta el estado de emergencia que sigan evitando visitas a lugares públicos y contactos cercanos con otras personas, así como que continúen lavándose las manos de forma regular.
"Necesitamos la cooperación de todos los ciudadanos", subrayó.
Además, Abe advirtió que si el balance de contagios del covid-19 vuelve a crecer, el Gobierno anunciará un nuevo estado de emergencia, aunque expresó su esperanza de que Japón logre evitar esta situación "con apoyo del pueblo".
El 4 de mayo, el Gabinete de Abe prolongó su vigencia hasta finales de este mes, pero se reservó el derecho de cancelarlo en función de la curva de contagios.
Durante el estado de emergencia, a todos los japoneses se les pidió que evitaran salidas no esenciales. Los gobernadores recibieron poderes para expropiar terrenos y edificios privados que fueran necesarios para la batalla contra el COVID-19, así como para requisar material médico y alimentos a compañías que se negaran a venderlos y sancionar a aquellas que no cumplen y hacen acopios.
Hasta la fecha se han confirmado en Japón más de 16.000 casos de contagio por coronavirus, entre ellos 678 decesos.