En particular, en las imágenes se muestra el despegue del bombardero de largo alcance con alas de geometría variable, Tu-22M3. Con la postcombustión se consume más combustible, pero se puede realizar el despegue en un trayecto más corto de la pista.
Este avión está dotado de dos motores NK-25, cada uno de los cuales proporciona un empuje de 14.300 kilos y 25.000 con la postcombustión. Además, para proporcionar una carga de combate máxima, el avión puede también emplear cohetes aceleradores para alzar vuelo.
Ello se debe a la diferencia en el diseño de los propulsores. Así, en los rusos el combustible se quema por completo y las llamas son más calientes, lo cual hace que las moléculas del gas se ionicen. Un efecto secundario de esta reacción química es el tono azul de las llamas.