"Queremos insistir en que la responsabilidad social es muy grande, no van a alcanzar policías y militares que vayan a controlar persona a persona; ya es situación del vecino que se puedan flexibilizar las restricciones", dijo a reporteros el director nacional de Epidemiología, Virgilio Prieto.
El funcionario hizo la declaración mientras los reportes oficiales confirmaban una aceleración de la pandemia en el país, con 1.594 casos y 76 decesos hasta el 3 de mayo, cifras relativamente bajas en el contexto internacional pero suficientes para poner al borde del colapso el frágil sistema sanitario nacional.
Prieto dijo que poco más de 50 de los 342 municipios de Bolivia tienen casos de COVID-19, aunque estos números podrían ser engañosos porque entre los afectados están las nueve capitales de departamentos y la ciudad de El Alto (oeste), que concentran más de dos tercios de los 11 millones de habitantes del país.
La cuarentena será flexibilizada en los municipios hasta ahora libres o con mínima presencia del nuevo coronavirus, causante del COVID-19, según los planes gubernamentales.
Prieto advirtió que el desacato a la cuarentena, reportado a diario por los medios locales desde casi todas las ciudades del país, planteaba un riesgo de aumento de los contagios en las regiones que ya son las más golpeadas por la pandemia, como los departamentos tropicales de Santa Cruz (este) y Beni (noreste).
"Beni es una bomba de tiempo; cuidado que estemos lamentando cosas como en Loreto, Perú, o Guayaquil, Ecuador, por esta inconducta", alertó el funcionario en referencia a reportes de muertes masivas y abandono de cadáveres en esas regiones.
Prieto dijo que la preocupación mayor del Gobierno es evitar un salto brusco de los contagios que provoque un colapso en el sistema de salud, que hasta ahora no ha podido ampliar su capacidad de diagnóstico ni de tratamiento en unidades de cuidados intensivos.
A las protestas frecuentes de médicos y otros trabajadores de salud por la falta de equipos y materiales de bioseguridad, se sumó este 4 de mayo un paro de los sanitarios de El Alto que demandan además protección policial para acudir a los hospitales, tras agresiones de vecinos a los ómnibus puestos a su servicio.