El anuncio se produjo poco después de que los casos de contagiados ascendiera a 193 en Israel —solo 15 nuevos este 14 de marzo— y 38 en los territorios palestinos.
El primer ministro pidió que quien no tenga que desplazarse a su lugar de trabajo no lo haga y que los que puedan trabajar desde casa, se queden en sus hogares.
También ordenó que no se lleven a cabo reuniones de más de diez personas y solicitó que se mantengan dos metros de "distancia social" a quien no tenga más opción que encontrarse con otros ciudadanos y que todos extremen las medidas de higiene.
Netanyahu señaló que el Gobierno usará "medidas digitales" que utilizó anteriormente contra el terrorismo para luchar contra el coronavirus. Estas medidas, que no especificó, permitirán a las autoridades que sepan quién está contagiado por el coronavirus.
"El objetivo es salvar vidas (…) Estamos en guerra. Nuestro enemigo es el virus", afirmó Netanyahu.
"Estamos, por supuesto, en el pico de la crisis internacional (…) Estamos en una batalla por la sanidad pública", aseveró el primer ministro en su discurso. Y elogió los esfuerzos "dinámicos" de Israel y las medidas decretadas por su gobierno para contener la pandemia.
"Estamos en una muy buena situación, comparando con el mundo", aseguró.