Los jueces dieron al Estado un plazo de un año para enmendar la ley y evitar derogar los artículos discriminatorios de la misma.
"La exclusión radical de hombres homosexuales del derecho a la subrogación es una discriminación "sospechosa" que atribuye un estatus inferior a este grupo", señaló el Tribunal.
"De esta manera, perjudica una vez más la dignidad humana de la manera más severa y degradante en función de género u orientación sexual", según sentenciaron la presidenta de la Corte Suprema, Esther Hayut, el vicepresidente Hanan Meltzer y los jueces Neil Handel, Uzi Fogelman e Itzhak Amit.
Para el Supremo, es posible hallar maneras de cumplir con los propósitos de la ley y proteger la dignidad y el bienestar de madres subrogadas sin que haya discriminación de hombres solteros y parejas del mismo sexo.
"Estamos muy emocionados, son buenas noticias para la comunidad LGBT", declararon Itai y Yoav Arad, que apelaron al Supremo hace diez años.
"La decisión beneficiará a decenas de miles de personas que desean ser padres y además es una firme declaración de que en el Estado de Israel habrá igualdad entre las personas y no discriminación", añadieron.
La petición fue presentada por la Asociación de "Padres Gay" y la Agencia de Subrogación Internacional Tammuz.