"Después de la conferencia, la prensa estadounidense la aceptó con entusiasmo. Una nueva arquitectura mundial se estaba creando en vez de la Liga de las Naciones que no había cumplido su función, con la Organización de las Naciones Unidas en el centro. Las tres naciones —la URSS, el Reino Unido y EEUU— eran responsables del futuro del mundo, y EEUU tenía que tomar más parte en asuntos mundiales y europeos, según la opinión general", relató a Sputnik el director científico de la Sociedad Histórica Militar Rusa y profesor del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú.
Miagkov recordó las palabras del presidente ruso, Vladímir Putin, cuando ofreció en Israel repetir una reunión similar, una suerte de Yalta-2. A su juicio, estas reuniones son necesarias, ya que garantizan la seguridad mundial: "Sería muy demandada y acertada".
Por qué escogieron Yalta
Según el historiador, sí existe la magia del lugar, y Yalta era un sitio perfecto para esta conferencia. Además de ser un lujoso balneario con una rica historia y cultura, es también un sitio simbólico. La operación para organizar la conferencia recibió el nombre de Argonautas, ya que para Winston Churchill, él mismo y el presidente de EEUU eran los argonautas navegando a la costa de Crimea para buscar el vellocino de oro: en este caso, la seguridad mundial.
Pero el objetivo más importante lo tenía Stalin: mostrar a los aliados la destrucción total de Crimea para usarla como palanca en las negociaciones para obtener reparaciones de guerra de Alemania, aunque al final las sumas resultaron muy pequeñas.
Por qué el mundo no logra compromisos desde 1945
Pese a que tres poderes tan distintos llegaron a acuerdos sobre todas las cuestiones esenciales en 1945, ahora muy pocas veces se repite esta situación. El historiador cree que es consecuencia de la caída de la URSS: "Después de la guerra y la derrota de la Alemania nazi, estaba claro que el mundo no sería unipolar con solo Occidente como líder. El mundo llegaba a ser bipolar con un papel importante de la URSS. Sus opiniones sobre fronteras, gobiernos y el orden mundial se tomaban en cuenta".
Sin embargo, tras la caída de la URSS alguien en Occidente decidió restarle a Rusia toda importancia. Actualmente, según Miagkov, se ve claramente que Rusia ocupa un sitio importante en el mundo y sus opiniones tienen peso, por lo que la hegemonía de EEUU es imposible.
"También es una oportunidad única para Occidente. Se puede sentar a negociar y solucionar las cuestiones pendientes con la participación de Rusia", opina el experto.