"El año pasado, las autoridades brasileñas ya manejaban sospechas de que [la mujer del máximo líder del PCC, Sergio da Arruda Quintiliano Neto, alias 'Minotauro'] María Alciris Cabral Jaraera mantenía círculos de convivencia con agentes públicos de Paraguay, algunos de los cuales eran responsables de aceptar propinas", señala ese medio.
El 19 de enero se fugaron 75 presos, considerados de "alta peligrosidad", debido a que la mayoría son integrantes del PCC, en el este de Paraguay, cerca de la frontera con Brasil.
La información de los presuntos sobornos se recabó a partir de la detención de Cabral y datos hallados en su teléfono celular.
El 4 de diciembre, la Fiscalía envió a la Secretaría de Cooperación Internacional de Brasil los indicios encontrados.
Los investigadores brasileños observaron que "la investigación criminal iniciada por autoridades paraguayas había sido archivada" y pidieron que se notifique urgentemente a Asunción lo descubierto, según reseña ABC Color.
Por su parte, el viceministro de Política Criminal, Hugo Volpe, admitió el 20 de enero que la fuga fue facilitada por la corrupción dentro de las fuerzas policiales y militares y agregó que es "abierta la complicidad" que hay entre delincuentes y agentes.
Más de 200 agentes policiales han reforzado las labores de vigilancia y seguridad en la frontera del estado brasileño de Mato Grosso do Sul con el departamento paraguayo de Amambay.
El PCC es un grupo criminal surgido en la cárcel del estado brasileño de Sao Paulo en 1990 y hace años opera en Paraguay.
Se dedica al tráfico de drogas y armas, especialmente en las regiones fronterizas, y también al robo de cargas y contrabando de combustible.