"Fuimos a ver una situación dramática como lo es la falta de agua que afecta a 300 vecinos aproximadamente", confirmó la congresista Maru Bielli, del Frente de Todos, coalición que gobierna a nivel nacional.
Las 100 personas que viven en una de las manzanas del barrio popular, donde se alzan 48 viviendas, se encuentra desde entonces sin acceso al agua, mientras que otros 200 habitantes que viven en zonas aledañas sufren cortes intermitentes.
Bielli, que visitó el miércoles el lugar junto con otros tres compañeros de la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires, constató que los habitantes han realizado presentaciones judiciales para que la alcaldía "acelere las obras y las aguas vuelvan a casa de los vecinos", en una de las villas más grandes de la capital.
Pero de momento "ni siquiera es suficiente la provisión de agua mediante camiones cisternas, uno de los paliativos necesarios para que se abastezca de agua a los vecinos que tienen que sobrevivir en estos días de calor", reprochó.
El presidente del Frente de Todos en la Legislatura, Claudio Ferreño, conversó con un representante de la Secretaría de Integración Social y Urbana del Gobierno de la ciudad, responsable de la urbanización de la Villa 31.
El objeto era "conocer cuál era el estado de situación y qué diagnóstico tenían ellos de por qué se estaba produciendo esto", comentó Bielli, quien participó de la reunión junto a los legisladores Javier Andrade y Claudio Morresi.
El acceso a este bien esencial se agravó a partir de octubre, cuando comenzó una "mayor demanda al comenzar una épocas más calurosa", añadió la legisladora.
La respuesta temporal que había brindado hasta ahora el Gobierno de la ciudad, que encabeza el alcalde Horacio Rodríguez Larreta, del partido Juntos por el Cambio, es "enviar dos camiones de agua por semana para ir abasteciendo algunos tanques, pero es insuficiente", intervino la comunera Sofía González, referente del Frente de Todos.
Pero, agregó, en su diálogo con los legisladores el representante de la Secretaría de Integración "se comprometió a dar una respuesta para solucionar el problema de fondo".
El funcionario también pedirá que mientras tanto, de manera temporal, se acerquen hasta el barrio al menos tres camiones cisterna por semana, con la posibilidad de ampliarlos hasta cinco.
300 millones
La alcaldía de la capital argentina se comprometió en 2016 a urbanizar la Villa 31, donde viven 43.000 personas, para solucionar los problemas de infraestructura, de cloacas y de agua corriente que sufre este barrio carenciado, asentado en uno de los terrenos más caros de la ciudad.
"El Gobierno endeudó a la ciudad en más de 300 millones de dólares sin que las obras se hayan terminado", constató González.
La empresa pública Aysa provee agua a unas válvulas que llegan hasta la entrada de la Villa 31, también conocida como Barrio Mugica, pero todavía está pendiente la habilitación y extensión de las cañerías hasta los domicilios de cada habitante, algo que corresponde al Gobierno de la ciudad, añadió.
El presupuesto asignado este año para obras de infraestructura llega a los 3.000 millones de pesos (unos 47 millones de dólares), acotó por su parte Bielli.
"Si bien hubo construcción de viviendas a lo largo de este tiempo, los avances de infraestructura no representan un porcentaje mayor de las obras que se tienen que hacer", sostuvo.
Durante los últimos cuatro años se construyeron 12 plazas y canchas de fútbol, pero ningún hospital o centro de salud, advirtió la legisladora al señalar que desde su espacio abogan por un proceso de urbanización más integral.