En una sesión del Consejo Nacional de Patrimonio realizada el 19 de diciembre, "se tomó la decisión por unanimidad, tal como lo estábamos esperando y lo habíamos solicitado, de definir (…que) la totalidad de ese galeón San José, de manera unívoca, indivisible, se considera un bien de interés cultural", expresó Ramírez.
La vicepresidenta, quien acompañada de la ministra de Cultura, Carmen Vásquez, destacó la importancia cultural del hecho y afirmó que va a ser "un proceso de la mayor importancia" la definición de "cuándo, cómo y con quiénes" se va a realizar la extracción de la nave.
La extracción, añadió, se intentará concretar "lo más pronto que sea posible".
"Para nosotros era fundamental darle certeza a los colombianos y también a los hispanoamericanos, que no se iba a pagar la extracción de este galeón con ninguna pieza, con ninguna parte de este patrimonio que se encuentra sumergido", explicó Ramírez.
El San José —de bandera española— se encuentra hundido desde el 8 de junio de 1708 en cercanías de Cartagena, luego de una batalla con una flota inglesa cuando transportaba un importante cargamento de oro, plata y piedras preciosas, valorado en unos 10.000 millones de dólares actuales.
En enero de 2016, el Gobierno y la compañía Maritime Archaeology Consultants habían iniciado un proceso de contratación mediante la figura de asociación público privada sin desembolso de recursos públicos con vistas a realizar el rescate del naufragio.
El pasado 10 de agosto, el Gobierno colombiano anunció la suspensión de la búsqueda "hasta por dos meses", para revisar algunas cláusulas del contrato.
A pesar de toda la tecnología que disponemos las desapariciones en el mar siguen sucediendo
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) December 10, 2018
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Desde el anuncio del hallazgo en 2015 surgieron disputas entre España y Colombia por la titularidad del San José, ya que el país europeo aduce que firmó un tratado con la Oficina de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (Unesco), que ampara al barco como de su propiedad, mientras que Colombia se defiende al señalar que nunca suscribió dicho tratado.