"Ellos filmaban, publicaban y después eran convocados por el poder público para auxiliar en los controles de un incendio que ellos mismos causaban; siempre demostraban sorpresa al llegar al lugar, pero no había otra posibilidad lógica", dijo el titular de la Policía Civil, José Humberto Melo Junior, a la agencia Pará.
Melo Junior afirmó que fueron dos meses de investigación para reunir indicios que apuntan la posible participación de ONGs en los incendios, entre ellas la Brigada Alter do Chão.
El comisario informó, por ejemplo, que esta ONG vendió fotos de los incendios a la organización internacional WWF y que a cambio consiguió cuantiosas donaciones, y que la Brigada se autocontrataba usando otros nombres como persona jurídica.
Según la policía, la ONG Brigada de Alter do Chão habría recibido cerca de 300.000 reales (70.600 dólares) a través del registro fiscal de las ONGs Salud y Alegría e Instituto Acuífero Alter do Chão.
"Estamos en shock con la detención de personas que no han hecho más que dedicar sus vidas a la protección de la comunidad, pero estamos seguros de, sea cual sea la denuncia, será aclarada y la inocencia de la Brigada y de sus miembros será debidamente reconocida", dice la nota.
Las llamas aparecieron por primera vez en el Área de Protección Ambiental (APA) de Alter do Chão el 14 de septiembre, y durante tres días afectaron a una gran zona de vegetación nativa.
Según los vecinos, esta zona, una de las más turísticas de la Amazonía brasileña por sus playas en el río Tapajós, sufría una fuerte presión de la especulación inmobiliaria.