Esta semana, Rochdi visitó Siria para evaluar la situación humanitaria, incluido en el noreste del país.
"La seguridad y la protección de cientos de miles de civiles afectados por la reciente intensificación de las hostilidades en el noreste de Siria sigue siendo motivo de gran preocupación", dice el comunicado.
Debido a los combates, en la región funcionan solo dos de los 16 hospitales públicos y casi 100.000 personas aún no pueden regresar a sus hogares y están en campamentos improvisados, dijo Rochdi.
Al mismo tiempo, declaró que en los últimos tiempos se mejoró el acceso a Siria para las organizaciones humanitarias y agradeció la cooperación de las autoridades del país árabe.
Turquía lanzó el 9 de octubre la operación Fuente de Paz en el noreste de Siria con el argumento de alejar a las milicias kurdas de su frontera y delimitar una "zona segura" para acoger a los miles de refugiados sirios que permanecen en su territorio.
Además, se estableció que las fuerzas de Rusia y Siria facilitarían el traslado de las facciones kurdas a una distancia de 30 kilómetros y que después comenzaría el patrullaje ruso-turco a 10 kilómetros de la frontera tanto en dirección este como oeste del área de la operación militar turca, aunque excluyendo la ciudad de Qamishli.
El martes, Rusia y Turquía realizaron el segundo patrullaje en el norte de Siria.