De los 11 jueces de la corte, cuatro se manifestaron a favor de que un preso pueda empezar a cumplir su condena después de ser en condenado en segunda instancia, mientras que tres son contrarios y creen que el acusado tiene derecho a recurrir en libertad hasta el final, según expresaron en una votación retransmitida en directo por las redes sociales.
La magistrada defendió que el Estado brasileño debe ser garantista: "Me guste personalmente o no, esta es la elección político-civilizatoria establecida por la Constitución; no reconocerla, con el debido permiso, es reescribirla para que refleje lo que nos gustaría que dijera", afirmó al defender su voto.
Otros jueces, que votaron en contra, defendieron que la ley se mantenga como en la actualidad; Luiz Fux, por ejemplo, afirmó que una vez que se agotan los recursos en primera y en segunda instancia "se tiene considerable fuerza de que la persona es culpable".
Un eventual cambio en la actual jurisprudencia del Supremo podría, teóricamente, beneficiar a casi 5.000 presos, según un recuento del Consejo Nacional de Justicia (CNJ), entre ellos a Lula, que entró en la cárcel después de que su condena fuera confirmada en segunda instancia.
Esta era la segunda sesión del tribunal para decidir sobre el tema, pero el debate quedó aplazado (quedan cuatro jueces por votar) y será retomado los días 6 o 7 de noviembre.