La operación que, según Ankara, tiene por objetivo "neutralizar las amenazas terroristas contra Turquía y llevar a que se establezca una zona de seguridad que contribuya al retorno de los refugiados sirios a sus hogares", ha sido condenada por la Unión Europea.
"La UE pide a Turquía que cese su acción militar unilateral; las renovadas hostilidades armadas en el noreste socavarán aún más la estabilidad de la región, exacerbarán el sufrimiento de los civiles y provocarán más desplazamientos", declaró la jefa saliente de la diplomacia europea, Federica Mogherini, en un comunicado publicado en el sitio web del Consejo de la UE.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, criticó duramente a los países de la UE que condenaron la operación y les lanzó una amenaza.
"La Unión Europea nunca ha sido sincera con nosotros, siempre nos ha engañado. Si dicen que esa operación es una ocupación por nuestra parte, abriremos las fronteras para que salgan los refugiados [sirios]", dijo Erdogan.
El 9 de octubre, día que marcó el inicio de la operación Fuente de Paz, la aviación turca atacó las ciudades de Ras al Ain, en la provincia siria de Hasaka, y Tel Abiad, en la frontera con Turquía.